Desde que el excéntrico programador sudafricano, Elon Musk, compró Twitter, se desató un trasfondo político que -hasta el momento- no tomó trascendencia. Si bien, hoy día se pueden seguir las discusiones del nuevo dueño de la plataforma por intermedio de los propios posteos que realiza el multimillonario, en la discusión de fondo y su mirada hacia dónde quiere ir es “quitarle el sesgo de izquierda” a la app.
Musk también escribió que, lo que tiene que ocurrir en la red social del pajarito azul -según el inversor, “si funciona bien tanto las extremas izquierdas como las extremas derechas estén descontentas”-, pero ha puesto algunos memes respecto de cómo reacciona la izquierda frente a algunos productos artísticos, por ejemplo, ciertos podcast.
Según Elon Musk, en los Estados Unidos, “el único de la política que fue prohibido y sacado de Twitter es Trump”. Esto despertó la idea de que la compra de la aplicación en manos del mediático empresario podría ser la puerta de entrada para que el expresidente americano logre volver a la plataforma.
Luego de haber sido expulsado de varias redes sociales, a principio del 2022, Trump decidió hacerle frente a la situación y creó su propia aplicación móvil, ‘Truth Social’. El exmandatario había sido vetado por Twitter Inc., Facebook, incluso de YouTube de Alphabet Inc., tras un ataque que data del 6 de enero del año pasado.