James Michael vivió una situación tan insólita como peligrosa: un gusano entró por su pene, puso huevos dentro de su cuerpo, le produjo una infección y lo dejó al borde de la muerte.
El hombre de 32 años estaba de vacaciones con sus amigos en África. Decidieron ir en canoa al lago Malawi y, en un acto inocente -según sus palabras-, James decidió tirarse al agua a nadar. Pero con el paso de las horas vio los síntomas. Al día siguiente notó tremendas manchas en su piel y fuertes dolores en las piernas. Con miedo, fue al hospital. Allí le dieron antibióticos, pero no sirvieron de nada. Los estudios fueron más profundos por la compleja situación.
Su estadía allí se extendió por su delicado estado. Tras algunas semanas de investigación, los médicos le diagnosticaron esquistosomiasis. Esto es una infección causada por un parásito que habita en las aguas dulces de las zonas tropicales. Una vez tratado a fondo el problema y eliminado el gusano y los huevos que había desparramado, los especialistas le avisaron a Michael que estará óptimo otra vez recién dentro de 10 años, aunque mientras tanto podrá hacer vida normal.
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