El tremendo caso tuvo lugar en Estados Unidos y conmocionó a su familia como a los médicos por la crudeza: un joven de 23 años decidió extirparse los testículos y genitales usando instrumentos caseros.
La increíble historia de Trent Gates ocurrió durante 2016, luego de que el muchacho comenzara el procedimiento en su departamento tomando analgésicos y adormeciendo sus genitales con agua helada antes de removerlos con un cuchillo.
Tan solo 8 meses después de atravesar esta cirugía casera, Trent prosiguió a extirparse su propio pene en una habitación de hotel en Carolina del Norte, esta vez acompañado para que esta persona pudiera comunicarse con emergencias en caso de que algo saliese mal. Aunque no hubo demasiadas complicaciones, el chico visitó a un cirujano para que lo cociera y le recetara medicamentos.
A varios años de ocurrido el procedimiento, su protagonista decidió compartir su historia: “Utilicé un cuchillo de cerámica porque es más afilado que el acero y menos bárbaro. Lo desinfecté todo de antemano con alcohol. Tomé todas las precauciones. No tuve ninguna infección. Fui al hospital justo después”.
Sobre la decisión que tomó para cambiar su vida, Trent explicó que siempre se sintió un “andrógino” y que para realizarse se inspiró en ‘Gelding’, un hombre que se sometió a la misma situación: “Realmente no lo sentía parte de mí. Estaba en la línea de ser transgénero pero no del todo. No tengo deseos de ser mujer. Es una especie de punto medio entre los dos, un andrógino”.
Cuando le consultaron sobre su sexualidad, el joven expresó que se percibe como una persona no binaria a la que le atraen los varones y aseguró que después de la cirugía disfruta mucho más las relaciones sexuales. “La primera vez que tuve sexo después de la extirpación casi me desmayé (…) fue tan intenso”, comentó.