Los residentes de diversas zonas de la isla de La Palma, España, se encuentran limpiando y rastrillando tanto sus casas como toda zona urbana tras la erupción del volcán.
El volcán Cumbre Vieja dejó toneladas de ceniza en los alrededores tras su paso, y más allá de no presentar peligros actualmente, aún permanece activo.
El volcán entró en erupción por primera vez en 50 años el 19 de septiembre, y desde entonces, la lava se extendió por gran territorio de la isla, provocando la destrucción de más de 2.200 edificios y la evacuación de más de 7.000 personas.
El costado positivo es que, más allá de no permitir ejercer la agricultura en el corto plazo, la lava ya comienza a aportar sales y minerales metálicos, condición intrínseca de los materiales volcánicos.