En una histórica sesión virtual, este martes se celebrará la Asamblea de la AFA, en la que se aprobará la reeleción de Claudio Tapia como presidente de la entidad hasta 2025. Además, habrá fuertes modificaciones dirigenciales en el torneo local. Ya no existirá la Superliga Argentina de Fútbol y en su lugar llegará la Liga Profesional de Fútbol, que tendrá autonomía propia, pero ejecutivos que van en la misma línea que la casa madre.
Esta tarde se confirmará lo que se pactó en febrero. Chiqui cenó con directivos de 12 clubes para acordar su reelección y dar de baja la Superliga. En esos días, Mariano Elizondo renunció a su cargo como cabeza de la liga y se gestó la conformación del nuevo cuerpo.
Marcelo Tinelli, mandamás de San Lorenzo, será el presidente ejecutivo de la Liga Profesional de Fútbol. Cristian Malaspina, de Argentinos Juniors, irá como vicepresidente primero; Hernán Arboleya, de Lanús, será vicepresidente segundo; y Mario Leito, de Atlético Tucumán, se convertirá en vicepresidente tercero. Habrá un CEO, que será Francisco Duarte. Eduardo Spinosa, exmandamás de Banfield, será director ejecutivo y funcionará como nexo entre Tinelli y Duarte.
La Liga Profesional de Fútbol será autónoma de la AFA, aunque no del todo. Podrá explotar al torneo comercialmente, vender los derechos audiovisuales internacionales, organizar torneos propios y hasta definir un nuevo formato de competición. De todos modos, la modalidad de juego de 2021 no cambiará: será de enero a diciembre, con 26 equipos y sin descensos, como ya se decretó. Sí será dependiente de la AFA en cuestiones que implican 100% a ambos: árbitros y Tribunal de Disciplina y Apelación.
Se implementará un proceso similar al europeo en cuanto al Fair Play financiero. La LPF lo diagramará y controlará, pero la AFA podrá decidir qué castigos aplicar por no cumplir con el reglamento.