Sin jugadores entrenando, el predio de la AFA tiene movimiento igual. Decenas de empleados trabajan para colaborar con la causa que afecta a todos: prevenir la propagación del coronavirus.
Por eso, se puso en marcha el operativo para que el gimnasio de futsal se convierta en un hospital de campaña. El primer paso fue la colocación de 120 camas. Fueron armadas una por una en el lugar; luego llegaron los colchones, a los que les pusieron sólo sábanas, a la espera de nuevas directrices.
En las próximas horas seguirán trabajando para equipar el espacio con el instrumental necesario, dado que allí alojarán a personas infectadas de COVID-19, según lo acordado por Claudio Tapia y Alberto Fernández.
La planificación indica que el viernes el complejo estará a disposición de los gobiernos de la Nación, la Provincia y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
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