Carlos Bianchi cumple 70 años y el mundo del fútbol lo saluda por todo lo que ha logrado, tanto como jugador como en su rol de entrenador, donde más se destacó.
Fue un temible goleador que debutó en Vélez (121 goles en 166 partidos), brilló en Stade de Reims (107 en 124) y PSG (71 en 80), vistió la de Racing de Estrasburgo (11 en 25). Luego regresó al Fortín (85 en 159) y se retiró en el Reims (8 en 18). Además, lució la camiseta de la Selección Argentina, donde anotó siete tantos en 11 encuentros. Sus estadísticas son asombrosas: 410 gritos en 583 cotejos, con un promedio de 0,70 por partido.
Fue máximo anotador de tres torneos en el fútbol argentino y de cinco en Francia, sin embargo, sólo ganó un título: el Nacional 1968, con la V en el pecho.
Su figura se agigantó cuando se calzó el buzo de DT. Llevó a los de Liniers a la cima del mundo: ganó tres torneos locales, la Libertadores y la Intercontinental (frente a Milan) 1994, y la Interamericana 1996.
Se catapultó a la gloria cuando llegó a Boca. Fue en 1998 y desde allí cambió absolutamente y para siempre la historia del club. Se quedó con cuatro campeonatos argentinos y se adueñó de América y del mundo: levantó la Libertadores en 2000, 2001 y 2003, además de la Intercontinental 2000 (ante Real Madrid) y 2003 (vs. Milan).
Su carisma ha dado que hablar e instaló una frase con la que se despide siempre: “Chau, felicidades”. Su saludo más recordado fue cuando decidió no renovar su contrato con el Xeneize (24 de septiembre de 2001). En medio de una conferencia de prensa en la que Mauricio Macri irrumpió, se levantó y se fue, ya que el por entonces presidente de Boca le pedía explicaciones que el Virrey ya había dado.
¡Mirá el día que Carlos Bianchi dejó plantado a Mauricio Macri!