El Abierto de Roma es el tercer Masters 1.000 del año sobre polvo de ladrillo (Montecarlo fue para Fabio Fognini y Madrid se lo quedó Novak Djokovic). En este escenario Diego Schwartzman lleva a cabo su mejor actuación en un torneo grande.
Por los cuartos de final, el Peque venció a Kei Nishikori por 6-4 y 6-2 y se lo dedicó a Boca, cuando firmó la cámara; así, accedió a semifinales de un Masters 1.000 por primera vez en su carrera y espera por el ganador del duelo entre Nole y Juan Martín del Potro.
Con esta victoria alcanzó el quinto éxito ante un top ten, ya que el japonés es número 6 del ranking ATP. Antes había superado a Dominic Thiem (7°) en segunda ronda de Montreal 2017 (6-4, 6-7 (7) y 7-5); a Marin Cilic (7°) en tercera instancia del US Open del mismo año (4-6, 7-5, 7-5 y 6-4). Al año siguiente su víctima fue Keving Anderson (7°) en cuarta ronda de Roland Garros en un duelo histórico: 1-6, 2-6, 7-5, 7-6 (0) y 6-2. Su último triunfo ante uno de los diez mejores fue nuevamente ante el austríaco (8°) en semifinales del Abierto de Buenos Aires, este verano: 2-6, 6-4 y 7-6 (5).
El porteño se reencontró en los últimos torneos con el buen nivel que se le vio entre 2017 -cuartos de final del US Open- y 2018 -cuartofinalista en Roland Garros-.
¡Mirá la dedicatoria del Peque a Boca!