Las sorpresas ocurren en todos los deportes o en aquellos que van camino a transformarse en disciplinas de dichas características, como éste: competencia de bofetadas.
El ruso Vasily Kamotsky es el campeón mundial y en los últimos meses ha trascendido su nombre por la calidad y potencia de sus golpes, y por no haber perdido nunca. Hasta ahora.
Su compatriota Vyacheslay Zezulya le propinó una ejecución que lo dejó knockout. Y esto no es exagerado: el campeón que claudicó debió ser asistido por el fuerte impacto recibido. Aunque fue desafiante tras la pérdida de su invicto: “Me dio un buen golpe, me gustó. Creo que podría haber seguido, pero me sacaron. Y yo sólo pegué con un 25% de mi potencia”.
¡Mirá la pelea!