A raíz de la cuarentena social absoluta y obligatoria dispuesta por el gobierno de Alberto Fernández para evitar la propagación del coronavirus, varios clubes del fútbol argentino pusieron manos a la obra para colaborar.
River no lo anunció públicamente, pero sus directivos se pusieron en contacto con las autoridades de los ministerios pertinentes para poner a disposición sus instalaciones. De hecho, coordinó el regreso a sus hogares de 80 futbolistas juveniles e infantiles que viven en la pensión para reencontrarse con sus familias y liberar esos espacios para las necesidades de la salud pública.
Rosario Central y Newell’s hicieron lo propio. El Canalla puso a disposición los hoteles de Baigorria y Arroyo Seco con los médicos dispuestos a colaborar. El Leproso ofreció el predio Ricardone. Banfield comunicó que podrán usar sus sedes como centro de sanidad.
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