Roger Federer genera admiración en los fanáticos del tenis, pero también en las grandes estrellas de otros deportes que lo “usan” como referente para progresar. Sin embargo, también ocurre al revés y él disfruta de conocer a otras personalidades destacadas.
Durante el miércoles, el suizo compartió en Buenos Aires algunos minutos con Juan Román Riquelme. Sí, el ídolo de Boca le regaló una camiseta xeneize con la 10. En la semana, el ganador de 20 Grand Slams había dicho que para él Wimbledon era el patio de su casa, como La Bombonera para Román.
Tras esta fugaz charla llegó la hora de saltar al Mary Terán de Weiss. Apenas pisó la pista, las 15.000 personas presentes explotaron en una ovación y, gustoso de oír tanto cariño, Roger imitó al Torero: ¡hizo el Topo Gigio!
Alexander Zverev venció a la estrella de la noche por 7-6 (3) y 7-6 (2). Por eso, al momento de la despedida, los dos tenistas saludaron al público y se dedicaron palabras entre sí. Aunque hubo una perlita. En la conferencia de prensa del lunes, Sascha había solicitado que invitaran a Diego Maradona. Matías Martin, presentador del evento, le recordó sus dichos y le avisó que había una sorpresa: “Diego no pudo venir, pero grabó este mensaje”.
Para cerrar con su jornada llena de fútbol, el 103 veces campeón de torneos ATP recibió en su pequeño búnker en Parque Roca a Gabriel Omar Batistuta. Ya se conocían: en 2005, Roger fue a jugar a Doha, donde se desempeñaba Bati. Entonces, le pidió a Gastón Gaudio que gestionara un encuentro porque quería intercambiar algunas palabras con el delantero. Esta vez, el pedido fue a la inversa y se tomaron algunas fotos que el ídolo argentino compartió en las redes sociales. Hubo otros exfutbolistas en las tribunas: Hernán Crespo, Diego Latorre y José Chatruc, por ejemplo.
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