Este jueves hallaron el cadáver de Blanca Fernández Ochoa, medallista de los Juegos Olímpicos de invierno. El caso generó conmoción tras más de once días de búsqueda.
El pasado 24 de agosto, la esquiadora estacionó su Mercedes Benz Clase A en la reserva del merendero de Las Dehesas. Allí se encuentra la estatua de su hermano Francisco, más conocido como Paquito. Estos datos los reveló un vecino de Cercedilla y fueron claves para dar con el paradero de la exdeportista. Es que fue el último en verla y dialogar. En esa charla, ella le comentó a este hombre que iría hacia La Peñota a hacer senderismo, nada fuera de su rutina.
Ayer se encontró la mochila que la española llevaba, apenas unos metros más arriba de donde luego apareció la campeona de 56 años. Según las fuentes policiales, el cuerpo habría permanecido allí varios días y se lo identificó por la ropa. En las próximas horas, mediante una autopsia, se conocerá la causa real de su muerte. En principio se llegó a la conclusión de que habría caído en ese sendero sobre la sierra.
Así trabajaron los oficiales.