Este viernes, murió Tomás Felipe Carlovich, ese crack admirado por Diego Maradona, pero al que pocos vieron jugar, ese rosarino hippie que bailó a la Selección Argentina, ese mito y leyenda que enamoró a los futboleros.
El Trinche tenía 74 años y no sobrevivió a la operación de urgencia a la que fue sometido, dado que no se absorbía la sangre del derrame provocado por el tremendo golpe en la cabeza que sufrió cuando el miércoles lo asaltaron para robarle la bicicleta.
En la esquina de Córdoba y Paraná, en Rosario, el exfutbolista fue abordado por un delincuente que se le puso al lado, lo empujó y allí sucedió la peor parte: la cabeza de Carlovich dio contra el pavimento y por el traumatismo y la pérdida de sangre fue trasladado inmediatamente al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez.
Diego Maradona se encontró con el mito en febrero y le regaló una camiseta con una dedicatoria especial, como él mismo relató: “Me empezó a hablar al oído y no paraba. Hasta me firmó una camiseta y me puso ‘Trinche, fuiste mejor que yo’. Lo único que le pude contestar fue ‘Diego, ahora puedo partir tranquilo, vos fuiste lo más grande que vi en mi vida"”.
Lo de Carlovich fue un caso muy particular. Era un volante central con llegada, mucha calidad, elegancia, lectura de juego y habilidad, pero nunca “llegó a más” porque no quiso, como él mismo relató: “¿Qué es llegar? La verdad es que yo no tuve otra ambición más que la de jugar al fútbol. Y, sobre todo, de no alejarme mucho de mi barrio, de la casa de mis viejos, de estar con el Vasco Artola, uno de mis mejores amigos que me llevó de chico a jugar en Sporting de Bigand… Por otra parte, soy una persona solitaria. Cuando jugaba en Central Córdoba, si podía, prefería cambiarme solo, en la utilería, en lugar del vestuario. Me gusta estar tranquilo, no es por mala voluntad”.
Si bien César Luis Menotti, Carlos Griguol, Diego y otras celebridades recuerdan su talento, la descripción perfecta de lo que fue data de 1974, cuando un combinado de rosarinos enfrentó a la Selección Argentina en un amistoso preparatorio para el Mundial de ese año. Había cinco futbolistas de Rosario Central, cinco de Newell’s y Carlovich. Al término del primer tiempo, los santafesinos ganaban 3 a 0. Vladislao Cap, entrenador albiceleste, le pidió al técnico del combinado que bajara un cambio para evitar el papelón y que, por favor, sacara al Trinche, que la estaba rompiendo.
Mirá las fotos del asalto y luego las del encuentro con Maradona.