Rafael Nadal volvió al circuito en Acapulco. Lo hizo con victoria por 6-3 y 6-3 sobre Mischa Zverev. Pero su humor cambió en octavos de final, frente a Nick Kyrgios. No sólo por su ajustada derrota en 3-6, 7-6 (2) y 7-6 (6), sino por el contexto.
Es que el australiano no paró de provocarlo; lo mismo hizo con el público. Pidió asistencia médica luego de perder el primer set, alegando problemas estomacales, aunque ello no pudo constatarse y el clima se caldeó. Esto se potenció cuando en los dos siguientes parciales volvió a solicitar médico por dolores en la espalda.
Luego de ello, respondió a los abucheos por parte del público y discutió con el umpire, quien le llamó la atención por su comportamiento. Pero faltaba algo para que todo explotara: sacó de abajo, un gesto que está visto como una burla en el tenis profesional.
Le comió la cabeza a Nadal, quien desperdició tres match points, y se quedó con el picante duelo.
Por eso, el español fue duro en conferencia de prensa: “No creo que él intente sacar de quicio a nadie. Hace su show. Tiene un talento descomunal y hoy le ha salido bien, pero cuando uno se dedica a hacer este show… Puede ganar Grand Slams o pelear por las primeras posiciones, pero por algo está donde está. No creo que sea un mal chico, creo que es un buen chico, pero le falta un poco el respeto al público, al rival y a sí mismo. Hoy hay que felicitarle y le deseo lo mejor”.
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