Con la incorporación de Meghan Markle a la familia real, y sus tendenciosos looks que rompen con el histórico protocolo, el interés por la moda ahora se hizo general en la corona británica. Tanto, que hasta el mismísimo Príncipe Carlos decidió incursionar en el negocio de la indumentaria. ¿Y cómo lo hizo? Donando ortigas de su finca Highgrove para una línea exclusiva “eco-sustentable”.
A sus 70 años y siendo heredero del trono británico, ‘Charles’ se asoció con los pioneros de la moda sustentable “Vin + Omi”, con el objetivo de crear una colección vanguardista de ropa hecha completamente de ortigas, todo suministrado por su privado. Ambas partes se reunieron en mayo pasado durante el té en un evento organizado por el Consulado de Modas Británico, para promover la sustentabilidad, la igualdad, la diversidad y la artesanía. En ese entonces, los diseñadores estaban experimentando con el uso de perejil de vaca para hacer telas.
En la finca Highgrove, situada en Gloucestershire, se han cosechado más de 3000 plantas de ortiga con la ayuda de ocho estudiantes de la Universidad de Oxford Brookes. El proceso le ha llevado gran parte del verano de los diseñadores. El diseñador Omi, en una entrevista con la revista estadounidense ‘People’, comentó que fue el mismo Príncipe quien les ofreció las plantas. “¡Pensamos que era un gesto agradable y luego, lo siguiente que supimos fue que estábamos en Highgrove con su equipo cosechando ortigas durante dos días!”, compartió el fashonista, quien cofundó su marca de moda hace 15 años con una beca científica para investigar la sustentabilidad y vistió a figuras como Michelle Obama y Kate Moss.
El hijo de la Reina Isabel II de Inglaterra ha sido durante mucho tiempo un defensor de las causas ambientales, y sus muchas iniciativas incluyen Campaign for Wool, con el fin de crear conciencia entre los consumidores sobre los beneficios únicos y biodegradables de la lana. La realeza también ha encabezado una campaña de concientización sobre la deforestación, el cambio climático y la contaminación del océano, y la mitad de la energía utilizada en sus residencias y oficinas proviene de fuentes renovables.
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