Desde el inicio de la jornada de hoy, se organizó un mega operativo en la calle Balcarce 50, domicilio de la Casa Rosada, con motivo de la despedida de los restos de Diego Armando Maradona.
En una de las salas de la Casa de Gobierno, se colocó el féretro para que familiares, amigos, allegamos y público en general, pudiera acercarse a despedir al querido y adorado Barrilete Cósmico.
Para acercarse a despedir al Diez, los hinchas y fanáticos tuvieron que realizar una fila multitudinaria, mientras que los familiares y vínculos más íntimos, pudieron concurrir al salón por una entrada especial.
A la ceremonia íntima concurrieron celebridades del mundo del espectáculo y del deporte como Guillermo Coppola, ex representante de Maradona. También periodistas y miembros del gobierno como Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández.
Pero, a Rocío Oliva, expareja de Diego, no la dejaron ingresar a la ceremonia íntima. “Todo el mundo pasa menos yo”, declaró, con lágrimas en los ojos, ante la prensa.
Pasadas las cuatro de la mañana, ella llegó a la Casa Rosada. Intentó entrar y le negaron el ingreso: “Vine acá porque falleció mi ex y lo quiero saludar, lo quiero despedir. Fui la mujer de Diego. Nadie entiende eso. No puedo ni hablar”, comentó, muy dolida.
Ante la pregunta que le hizo la prensa del motivo por el cual no pudo ingresar, respondió: “No sé por qué. No jodo a nadie”.
Ella lo amaba. Ellos estuvieron en pareja durante seis años y sentía que debía despedirse. Pero no pudo.