La propiocepción es tomar conciencia de nuestro cuerpo a nivel físico a través de las señales que vamos recibiendo de las articulaciones.
Es una práctica muy beneficiosa para nuestros perros, ya que les permite mejorar la conciencia en el equilibrio, la coordinación, la memoria muscular, la concentración y la comunicación. Además, los ayuda a mantenerse en forma y trabajar su musculatura, previniendo así problemas articulares y ayudando a frenar o retrasar los signos de la artrosis.
A su vez, es una herramienta muy eficaz para perros inseguros o miedosos, ya que, a medida que avancemos con los ejercicios nuestro perro va a aprender a resolver pequeños retos por su cuenta, ganando así mayor autocontrol y confianza en sí mismo.
No hay nada mejor para trabajar en la inseguridad, que ir avanzando y superando pequeños retos de a poquito. También, sirven mucho para trabajar con perros que no se dejan tocar las patas o alguna otra parte de su cuerpo, ya que les vamos a enseñar a través del juego.
Podemos practicarlo con discos de equilibrio, cajas, estantes de madera o cualquier elemento similar que tengamos en casa, siempre y cuando sean seguros. Lo primero que vamos a hacer es apoyarlo en el piso, e incentivar a nuestro perro a que pose sus patas delanteras encima.
Podemos ayudarlo a caminar con comida o con su juguete preferido, una vez que toque el elemento con una de sus patas, le vamos a dar un premio. El objetivo consiste en que nuestro perro suba las patas por su cuenta, sin que nosotros tengamos que manipularlo, solo lo vamos a guiar.
El nivel de dificultad dependerá de cada perro, si es la primera vez que lo hacen, proponele un ejercicio simple, y a medida que lo va entendiendo, se lo vas complejizando de forma progresiva. En principio queremos que suba las patas delanteras, luego podemos enseñarle también a subir las traseras, o hasta que suba de costado como un cangrejo!
Si vas a trabajar con cajas, empezá con una sola, cuando tu perro logre subir sus patas delanteras, podes sumar una caja más, y enseñarle a poner una pata en cada caja, así hasta lograr que ponga sus 4 patas en 4 cajas distintas.
Siempre que trabajemos ejercicios de propiocepción lo haremos teniendo en cuenta las limitaciones de cada perro y sin forzar a realizarlo. Es importante destacar que acá no le estamos enseñando a responder a una orden, solo estamos trabajando ejercicios de movilidad, por ende NO vamos a retar a nuestro perro.
Podemos corregirlo con un “no” informativo cuando veamos que no está yendo en la dirección indicada, para luego ayudarlo a lograr el objetivo, si vemos que le cuesta mucho entenderlo, entonces bajamos un poquito el criterio. Estos ejercicios ayudan mucho a reforzar el vínculo con nuestro perro, se trata de realizar mucho trabajo en equipo y la idea es que podamos divertirnos y aprender juntos!
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