En una nueva entrega de ‘+Caras’, Héctor Maugeri recibió a Víctor Bugge, el legendario fotógrafo presidencial que, durante 47 años, capturó la historia argentina desde la Casa Rosada, retratando a mandatarios desde la dictadura hasta Javier Milei. Bugge, hijo de un reportero gráfico fundador de la Asociación de Reporteros Gráficos, comenzó su carrera en 1978 y se convirtió en un testigo privilegiado de momentos clave, como la transición democrática de 1983 y la crisis de 2001.
Su trabajo, descrito como ‘oficial, no oficialista’ en Perfil, incluye más de 1.5 millones de imágenes que integran el Archivo General de la Nación, destacando su capacidad para capturar la humanidad detrás del poder.
El punto álgido de la entrevista fue el relato del artista sobre la presidencia de Fernando De la Rúa, marcada por la crisis económica y social que culminó en su renuncia el 20 de diciembre de 2001. Ese día, el fotógrafo inmortalizó la icónica imagen del expresidente abandonando la Casa Rosada en helicóptero, una fotografía tomada con un lente de 16 mm que, aunque técnicamente imperfecta, se convirtió en un símbolo del colapso político.
El invitado, quien acompañó a De la Rúa hasta el último momento, describió la tensión en los pasillos vacíos de la Rosada, la represión en Plaza de Mayo y el caos de tres días de encierro durante los ‘días de furia’ que estremecieron al país. “Lo que me puso en una situación casi de asombro fue cuando lo estoy fotografiando en la grabación del discurso del 19 de diciembre, cuando anuncia el estado de sitio. Por dentro dije: ‘No puede ser, está loco’. Se interrumpe la grabación, se reúne con Cavallo, vuelve y yo sigo ahí. Me mira y dice: ‘¿Qué hace usted acá?’ Y ¡pum!, foto. Lo tengo en el momento justo en que casi me tapa la cámara”, recordó Víctor.
Asimismo el referente de la fotografía agregó: “En ese momento con todo el microclima de ebullición que había en el país que se incendiaba, estábamos a metros del incendio. Se suspende el discurso, vuelve, yo digo: ‘Bueno, se corrige, lo corrige’. Yo no lo podía creer con toda la experiencia que tenía, de haber vivido el estado de sitio, y él lo reiteró. Eso fue a las 4 de la tarde que se grabó el discurso, yo estuve hasta las 8 de la noche pensando que iban a recortar el anuncio. Arranca la cadena nacional y a partir de ahí, hasta el helicóptero no paró”.