Una nueva polémica sacude al mundo del espectáculo, y una vez más tiene como protagonistas a Eugenia “La China” Suárez y Benjamín Vicuña. La actriz argentina publicó en las últimas horas un extenso hilo de historias en su cuenta de Instagram en el que arremetió duramente contra su expareja y padre de sus dos hijos, Magnolia y Amancio, generando un verdadero escándalo mediático.
La China, que acaba de emprender un viaje de 15 días a Turquía junto a su actual pareja, Mauro Icardi, no se guardó nada y dejó al descubierto varios aspectos de su conflictiva relación con el actor chileno. En sus publicaciones, la ex Casi Ángeles cuestionó fuertemente la paternidad de Vicuña y expuso situaciones privadas que vivieron durante sus años en pareja.
“¿Hasta cuándo tengo que callarme para que no digan que soy conflictiva?”, escribió, entre otras frases, la actriz, que decidió no seguir guardando silencio ante lo que, según ella, es una constante falta de responsabilidad por parte del actor en relación a sus hijos. Las publicaciones, cargadas de enojo, fueron rápidamente replicadas por los medios y se volvieron virales en redes sociales.
Luis Piñeyro, conductor del ciclo Editando Tele (Net TV), abordó el tema en su programa junto al panel, y reveló una novedad clave: el entorno legal de Vicuña ya estaría tomando cartas en el asunto. “El abogado de Benjamín está trabajando para iniciar acciones legales contra La China luego de estas publicaciones donde revela intimidades personales y familiares”, informó el periodista. El conductor explicó que las declaraciones de Suárez no solo afectan la imagen pública del actor, sino que podrían constituir una violación de la privacidad y, en consecuencia, generar consecuencias legales para la actriz.
La China, lejos de arrepentirse, continuó interactuando con sus seguidores, reafirmando su posición y asegurando que “está cansada de quedar como la mala de la historia”. La actriz, que actualmente mantiene un romance con Mauro Icardi —exmarido de Wanda Nara—, decidió compartir su verdad antes de emprender el viaje al exterior, un detalle que muchos interpretaron como una estrategia para descomprimir la situación mediática desde la distancia.