Tras rastrear una llamada, el grupo Élite logra dar con el paradero de Gonzalo y lo asesinan frente a su esposa. Pablo está destrozado al enterarse de la muerte de su primo, amigo y máximo confidente.
La única persona que es capaz de controlar a Escobar en estos momentos tan duros es doña Eneida, su madre. El sepelio de Gonzalo se lleva a cabo con un gran dolor. Pablo, quién evidentemente no puede asistir, recuerda una y otra vez los buenos momentos que pasó con su primo.