Desde 1997 la Asociación Cultural Sanmartiniana de Rosario organiza el Cruce de los Andes para rememorar la hazaña que realizó el Libertador José de San Martín en enero de 1817.
La tarea que llevan a cabo no solo tiene un valor simbólico y cultural importante sino que también implica un alto grado de compromiso para realizar esa arriesgada misión. A lomo de caballo, la Asociación tiene como objetivo sacar la historia de los libros y transmitir a los jóvenes una experiencia vivencial de lo que fue esa epopeya.
En el equipo, cada uno tiene una función que resulta fundamental para la seguridad de los participantes y el éxito del cruce. Juan Alberto Roso es el encargado del transporte, tanto de personas como de elementos. El es el encargado de que no falte la comida ni el combustible ni ningún otro insumo que pueda hacer falta en la travesía.
Eduardo Cerruti es militar retirado y ex combatiente de Malvinas. Él es el responsable de las comunicaciones. Eso implica encargarse de las redes de alta y muy alta frecuencia además de los teléfonos satelitales, indispensables cuando se hace un recorrido de este tipo.
Víctor Rodriguez es otro de los miembros del equipo y su tarea es conducir la columna de Los Patos y asegurarse de que todo suceda sin sobresaltos. Este grupo de personas le rinden homenaje al héroe máximo de nuestro país reviviendo un viaje que marcó nuestra historia.