La veda electoral comenzó desde las 8 de la mañana de este viernes en las provincias de Córdoba y Formosa: nada de encuestas y restricciones de rigor antes de que los ciudadanos coloquen las boletas en las urnas, para votar a gobernadores. Ambas zonas representan el 10% del padrón nacional (la primera mencionada, el 8,06%, y la segunda, casi llega a los 2 puntos).
Tal como informó el periodista Claudio Mardones, en Modo Fontevecchia, anoche mismo “se concretaron los cierres de campaña”: En la capital cordobesa habrá elecciones para candidato a intendente recién el 23 de julio y, mientras tanto, en la contienda de ahora, se espera una “competencia” en donde el “schiarettismo” buscará, por una parte, la finalización del mandato del propio Juan Schiaretti y su término como gobernador cordobés, para apuntar hacia el objetivo de retener ese título a partir de la candidatura de Martín Llaryora.
En el caso específico del intendente saliente, la apuesta es que “puedan mantener el predominio en Córdoba con una diferencia sobre Luis Juez de 10 puntos”, según analizó el columnista de Política.
En el caso de Formosa, el cierre lo protagonizó Gildo Insfrán, sorpresivamente, de una forma “totalmente distinta”: el último acto realizado antes de dar paso a la veda electoral, fue una presentación de gobierno y, también, de campaña. El mandatario “le entregó la personería a distintas iglesias evangélicas”, según ilustró Mardones en el desarrollo de la noticia.