Las cámaras de seguridad del edificio ubicado en Arenales al 1400, en el barrio porteño de Recoleta, captaron el momento en el que la esposa de un diplomático agredió fuertemente a la encargada, quien habría “retado” a su hija “por haber dejado la puerta del ascensor abierta”, tal como ilustró la historia la cronista, Magui Moscardo.
Este martes, el móvil de Modo Fontevecchia, llegó hasta el lugar de los hechos para dar más detalles sobre lo ocurrido en el mes de mayo. Desde entonces, ambas mujeres están imputadas por “lesiones leves recíprocas” y, actualmente, el funcionario y su familia fueron echados del inmueble que habitaban desde el mes de marzo, por su violento accionar para con la empleada.
Juliana Gómez, víctima de este escandaloso hecho, dialogó con la periodista del programa radial y aportó más información sobre lo que ocurrió el día de la golpiza. Para poner en contexto, la entrevistada subrayó que esta familia “dejaba el ascensor abierto” desde que llegaron al edificio. Ante esta situación, les hizo un llamado de atención y les pidió tener “respeto”, puesto que perjudicaba la movilidad de los demás habitantes.
Según narró Gómez, una tarde, el matrimonio bajó de un taxi y la esposa del diplomático fue directo a “increparla” y, con “tono fuerte”, le dijo: “Ahora mismo voy a dejar el ascensor abierto y vaya arriba a tocarme el timbre, a ver con qué te encontrás”. Seguidamente, “le pegó con su mano derecha” y “le metió la uña”, causándole lesión y pérdida de conocimiento.
Por este accionar violento, la víctima llamó a la Policía de la Ciudad y radicó la denuncia correspondiente. Y tal como observó del otro lado, el funcionario “llamó a alguien”, esta persona que no se sabe identidad ni cargo, dialogó con las fuerzas de seguridad locales unos 20 minutos y “arreglaron todo como querían”.