En los últimos años se planteó en la agenda el asunto de la minería: desde hace varios meses, se habló del litio y, ahora, del cobre. Lo cierto es que la Cordillera de Los Andes, desde el sur de Perú, abarcando el centro y norte de Chile, y centro y noroeste de Argentina, es la región con más reserva en todo el mundo.
Sacando provecho de esto es que, en el 2022, estos países hicieron exportación por una suma de casi 20 mil millones de dólares (en el caso del primero), y 53 mil millones de dólares (en el caso del segundo). No obstante, en el territorio argentino, la suma producida y exportada fue de cero. Por consiguiente, muchos especialistas se preguntan qué es lo que se debe hacer para dar rienda a este negocio.
La periodista Gabriela Maidana, especialista en Microeconomía, trató de dar respuesta a estos planteos en su columna, en Modo Fontevecchia y compartió las declaraciones de Franco Mignacco, presidente de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), quien dijo que en el país existen cinco proyectos grandes de cobre que están “en estado avanzado”; uno de ellos, José María, en San Juan.
Los principales motivos por los que Argentina no está produciendo ni exportando cobre, desde su análisis, radican en dos razones: por un lado, los altos volúmenes de inversiones necesarias para la industria del cobre y, por otra parte, la ausencia de reglas claras.