Michael Sandel es profesor en la Universidad de Harvard. Su curso “Justice” ha sido visto por millones de personas en todo el mundo. Es miembro de la Academia Estadounidense de las Artes y las Letras desde 2002.
Para el profesor, “en estos días, la concepción dominante de la libertad es la idea de que soy libre si puedo hacer lo que quiero y obtengo lo que quiero sin impedimento exterior. Tiene que ver en gran medida con la libertad del consumidor, para comprar y consumir bienes. Esta es una noción individualista de la libertad”.
Como contrapartida, Sandel opone a esta idea una concepción cívica de la libertad. “Ser libre no es solo consumir los bienes que quiero. Ser libre es tener una voz significativa en la configuración de las fuerzas que gobiernan nuestra vida colectiva, es la libertad del ciudadano, no solo la libertad del consumidor” afirmó.
“El abandono eventual de la concepción cívica de la libertad -amplió el filósofo-, que es compartir el autogobierno, hace que los ciudadanos se sientan impotentes, que sientan que no tienen voz. Cuando las personas se sienten sin poder y la economía los deja atrás, muchos trabajadores se enojan y se resienten de los que están arriba, quienes a menudo son vistos como menospreciadores de los trabajadores”.
Esta situación puede ser aprovechada y reforzada por políticos con discursos extremos. “Donald Trump era muy bueno en la política del agravio, por lo que explotó el espacio que quedó en nuestra vida pública cuando abandonamos en gran medida la concepción cívica de la libertad en favor de una idea de libertad consumista, individualista y orientada al mercado”.