A partir de la pandemia la ficción argentina sufrió una gran precarización, falta de inversión y fue reemplazada por productos extranjeros no solamente son exitosos, sino que también se abaratan muchos los costos de lanzar un estreno en los canales abiertos. En este marco, las plataformas online que contienen productos audiovisuales como series, documentales y películas aprovecharon para ser los encargados de financiar lo nacional y, desde entonces, se llevaron adelante grandes éxitos: en la actualidad, ‘En el barro‘, producida por Sebastián Ortega y disponible en Netflix.
Coach de intimidad, la nueva designación en producciones audiovisuales para escenas subidas de tono: ¿hace falta?
Si bien las secuencias hot o donde la desnudez es explícita siempre fueron consensuadas, actualmente los directos y las productoras comenzaron a contratar a una persona para coordinar y dar consentimiento de cómo realizarlas. Valentina Zenere y Ana Garibaldi, protagonistas de 'En el barro', revelaron en 'Urbana Play' que llenan un formulario con preguntas puntuales para estar al tanto de sus límites y que es positivo este nuevo rol.
Más allá de los récords de taquilla que viene rompiendo ‘Homo Argentum‘, film protagonizado por Guillermo Francella, desde hace poco más de una semana, la serie que es una secuela de ‘El Marginal‘, también producida por la actual pareja de Valentina Zenere, es la tira tendencia del momento y la audiencia está expresando sus veredictos.
En el interior de los episodios de ‘En el barro‘ se encuentran presentes muchas escenas subidas de tono o explícitas que intentan reflejar cómo es la realidad de los carcelarias del ‘Sistema Penitenciario de La Quebrada’, por lo que detrás de escena y constantemente hay apoyo de un coach de intimidad para evitar incomodidades a la hora de la grabación.
En el trailer de lanzamiento se ve una escena hot donde Valentina Zenere y María Becerra están prontas a mantener relaciones sexuales generando contenido para adultos dentro de una plataforma con el fin de poder generar ingresos. En ‘Te veo todas las tardes‘ tomaron conocimiento de la serie del momento y repasaron, junto a gran panel, la palabra de la pareja de Sebastián Ortega en ‘Urbana Play’ acerca de la contención y cómo es el detrás de cámaras.
“Te cuida un montón, sabe con qué te sentís cómoda y con qué no, hablás antes con la persona que te toca. Nosotras grabamos el plano corto y no siempre estaban los chicos abajo, a veces hay una pelota o mismo Tati ayudándote a mirada. Está mucho más cuidado de lo que se ve“, reveló la actriz.
Ana Garibaldi, una de las protagonistas y la viuda Mario Borges (Claudio Rizzi) de ‘El Marginal’, complementó al respecto: “Te hacen un cuestionario que llenás, preguntan qué parte no querés mostrar, qué parte sí, qué querés tocar, qué chuparías y qué no chuparías. Cosas muy raras, le preguntaba a mi marido si chuparía un pie“.
Al término del tape, Santiago Llull opinó acerca de la nueva modalidad aplicada para secuencias sexuales o subidas de tono en los productos audiovisuales: “Me parece bien porque hay un consenso de parte de un tercero de lo que se está actuando. Luego, no podés tener un reclamo porque queda claro hasta dónde está tu limite. Es imprescindible“.
Cati Pugin concordó con su compañero de aire y manifestó: “Si hay una situación que no te gusta como actriz, vas y tenés a quién acudir”. En este sentido, Adriana Salgueiro se mostró opuesta:”Si es así, me parece bien. Yo vengo de otra generación de actores en el que todo este tipo de cosas se arreglaba entre tu partener y el director, le decías ‘hasta acá voy’ y más no. No necesitabas que algo escrito diga hasta dónde tenías que ir“.
Valeria Quijano, abogada, reflexionó y se encolumnó detrás de sus dos colegas: “Pasaron cosas en las que actrices o actores se sintieron incómdos y llegan un momento que es la palabra tuya contra la de él. A Calu Rivero, por ejemplo, le pasó eso que se sentía incómoda en la escena, lo decía y le decían que no pasaba nada, siguió sintiéndose incomoda hasta que denunció”.
Para concluir, la presentadora de ‘Te veo todas las tardes‘ sumó que le parece “patético” el coach de intimidad y Pablo Muney, su compañero de conducción, reveló que suele “saltear” las escenas eróticas por considerarlas “muy actuadas”.