Los correos electrónicos son herramientas muy usadas en la actualidad y, aunque la ciberseguridad ha avanzado en cuanto a la protección de al privacidad, existen métodos para acceder a información personal sin que el usuario lo note.
La forma más segura de abrir un email de un remitente desconocido es no descargar imágenes ni hacer click en algún link. No obstante, las imágenes y texto que contiene cada mail están alojadas en un servidor y se descargan desde ahí, lo cual deja ver al emisor que su mensaje ha sido leído. Además de la confirmación de que fue abierto el correo, se puede saber la hora, el sistema operativo y el navegador del receptor.
El hacker y miembro del Comité Ejecutivo de Telefónica, Chema Alonso, demostró a través de un simulador creado por el el desarrollador Guillermo Peñarando Sánchez que algunas imágenes enviadas por mail pueden ser transparentes para recopilar más información de la persona que la recibe.
Los servicios de mensajería como Gmail “descargan la imagen en su servidor y te la sirven ellos mismos, evitando que puedan espiarte mediante este método”, explicó Peñarando. Otros proveedores de email, como Microsoft Outlook, solicitan permiso a los usuarios para descargar en sus servidores las imágenes que llegan en cada correo.