Brendan Fraser fue uno de los más importantes ganadores de la edición número 95 de los premios Oscar. El intérprete renació de las cenizas, entregó una inolvidable actuación en “La ballena” y logró llevarse el premio a Mejor actor por primera vez en su prolífica carrera.
Según las predicciones, Fraser tenía grandes posibilidades de ganar este importante premio dado el intenso papel que desarrolló en la película de Darren Aronofsky, interpretando a Charlie, un hombre con obesidad mórdiba que pesa 272 kilos y, en vísperas de su muerte, decide reconectar con su hija y asegurarse de dejar una huella en su paso por el mundo.
Para interpretar el rol de Charlie, el actor de “George de la selva” tuvo que someterse a una meticulosa transformación que llevó horas de maquillaje, lo cual también le otorgó el Oscar en esta categoría para los artistas de “La ballena”.
En su discurso de aceptación de el Oscar, Fraser se mostró altamente emocionado, incluso temblando al sostenter la estatuilla y expresó: “Empecé este negocio hace 30 años y las cosas no han sido fáciles para mí, pero hubo algo que no aprecié en ese momento hasta que paró. Y solo quiero dar las gracias por este reconocimiento”.
La historia de “La ballena”
Ser el protagonista de la nueva película de Aronofsky significó el renacimiento de Fraser, un actor que había quedado desterrado de Hollywood luego de haber cambiado su aspecto y volvió al ruedo con un papel desafiante que no solo mostró una nueva faceta de él como actor sino que lo puso en el ojo de la crítica.