Una carta astral es el ADN de la personalidad y se hace una sola vez en la vida. Así lo explica la astróloga y tarotista Coty Klemensiewicz, quien sostiene que “la astrología es una herramienta de autodescubrimiento personal”.
Para hacer una carta natal o astral se necesita el nombre y apellido completo de la persona, y fecha de nacimiento con año y hora exacta. Hay sitios web, como Grupo Venus o Astro.com, donde se ponen esos datos y así se consigue la carta astral donde consta el signo, el ascendente y la luna.
“Es como si fuese el mapa de la foto del cielo en el momento en que uno nació. La forma en la que estaban alineados los planetas cuando naciste, influyendo así para toda tu vida. Permite entender las energías de uno, con las luces y sombras”, agrega Coty.
“El signo es la energía que uno trae, el bagaje de cosas que uno trae de la vida anterior para cumplir el destino que está en el ascendente. El ascendente marca lo que uno tiene que aprender. Es lo que padecemos hasta que comprendemos y después lo hacemos. Es nuestra puerta hacia el futuro”, sostiene la astróloga.
Pero en este artículo haremos énfasis en el signo lunar. “La luna es lo que uno necesita, es la madre, es la infancia, en resumidas, lo que uno necesita para sentirse seguro”, menciona.
La luna representa las emociones, los sentimientos y las reacciones afectivas. Es también el símbolo de la mujer, de la feminidad, de la madre, del hogar y de la familia. En la carta natal de una mujer es, junto a Venus, parte de su identidad femenina. Indica su actitud ante la maternidad y su relación con los hijos en caso de que los tuviera. El signo en que se encuentra la luna en la carta natal indica la reacción instintiva a los estímulos externos, las cosas que nos proporcionan estabilidad emocional y nuestra imagen de la figura materna.
Fuente: Coty Klemensiewicz
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