El diputado Daniel Arroyo sostuvo una entrevista durante la mañana de este jueves en Modo Fontevecchia, donde conversó sobre el Salario Básico Universal, una propuesta que ha dividido al Frente de Todos. Detalló que significaría el 0,8% del producto interno bruto, sin embargo, advirtió que se debe aplicar “en la medida que implica reordenar partidas que ya están en la Argentina”.
“El Salario Básico Universal o el Ingreso Universal Ciudadano, puede llegar cerca a unas siete millones y medio de personas con un ingreso de base”, señaló Arroyo, asegurando que Argentina no “arranca de cero” con este tipo de proyectos sociales, pues, ya existen en el país medidas similares que complementarían este nuevo programa como: el “Potenciar trabajo”, donde se benefician más de un millón de personas y la “Tarjeta Alimentar”.
“A diferencia de otros países que están debatiendo lo mismo y que tienen que arrancar de cero, en Argentina significaría reordenar los programas sociales que están hoy y que implican un gasto, una inversión importante, y después, avanzar hacia otros sectores. Ese 0,8 es claramente significativo. No hay condiciones fiscales para hacerlo. No es que uno pulsa un botón“, comentó el diputado, destacando que se debe aplicar por etapas, y la primera tendría que ser organizar los diferentes planes que existen en la actualidad e iniciar en las zonas donde están las personas más desfavorecidas económicamente, como los habitantes del norte del país.
En este sentido, explicó que en el mundo la aplicación del Salario Básico Universal se consagra por tres caminos. Según Arroyo, el primero sería la reducción de la jornada laboral para que trabajen más personas, no obstante, afirmó que esto no sería práctico en Argentina ya que existe un 45% de empleo informal, aunque no descartó que se podría aplicar en algunos sectores como el bancario. El segundo paso, una base de ingreso a la población para que no haya hambre. Y el tercer camino, la flexibilización, eliminando aportes patronales y mejorando las condiciones de trabajo.