El próximo dos de octubre, los brasileños se acercarán a las urnas para elegir entre dos propuestas bien distintas. La derecha de Bolsonaro que busca su reelección y el progresismo de Lula que va primero en las encuestas. En medio de una campaña donde la grieta atraviesa el país, ambos candidatos alimentan las diferencias con declaraciones cada vez más altisonantes y descalificadoras. El candidato de ultraderecha calificó a Lula de “ladrón” y este respondió con un lacónico “idiota”.
En un acto que encabezó en Campinas donde se concentra gran cantidad de sus seguidores, Bolsonaro afirmó que “me acusan de todo pero no me llaman corrupto”. El actual presidente aseguró que “completamos tres años y ocho meses sin corrupción en Brasil”. Acto seguido arremetió contra su adversario político. “De este lado una persona que defiende la familia; del lado de allá, un ladrón que dice que los valores familiares son un retroceso” fustigó el mandatario.
Por su parte, Lula declaró en un mitin realizado en el barrio Grajaú de São Paulo que “vamos a hacer una revolución sin necesitar comprar un arma, sin dar un tiro. Nuestra revolución es comprando libros”. Durante el acto, Lula calificó a Bolsonaro de “babaca” (idiota) e ironizó diciendo que su adversario “tiene un dolor que se llama Lula”. “Cada vez que sale una nueva encuesta en la que subo un punto y él cae un punto se vuelve loco” remarcó el candidato del Partido de los Trabajadores.
Según las últimas encuestas, Lula tiene una ventaja sobre Bolsonaro de 14 puntos y se prevé que será el próximo presidente de Brasil. Si bien el candidato de ultraderecha pudo achicar la brecha en las últimas semanas, no parece posible que pueda remontar una diferencia de esa magnitud.