El caso de Gabriel Cruz conmociona a España por su increíble historia: el pequeño de 8 años había desaparecido en febrero de 2018 y si bien su madrastra demostraba preocupación ante los medios que cubrían la búsqueda del niño, era ella quien lo había asesinado y escondido el cadáver en el baúl de un auto.
Luego de varios meses, la madrastra del menor Ana Julia Quezada declaró ante el tribunal que la juzga qué ocurrió el día del tremendo hecho. “Me llamó ‘negra fea’, le tapé la boca y no recuerdo más; sólo quería que se callara”, explicó entre sollozos la mujer que se declaró “inocente”.
Asimismo, la acusada por la muerte del niño contó que no era la primera vez que el chico se refería a ella de manera despectiva. “Una vez sí dijo: ‘Qué nariz tienes tan fea, parece que te han dado una hostia’, pero no lo tomamos en cuenta, nos reímos”, dijo Quezada, quien conoció al padre de Gabriel el 31 de diciembre de 2016.
Si bien la defensa de la acusada califica el suceso como un homicidio imprudente, la fiscalía y la acusación particular aseguran que se trata de un asesinato con alevosía y reclaman para ella la máxima pena posible, prisión perpetua revisable. Esta condena supone un mínimo de 25 años de encarcelamiento prolongables de forma ilimitada si el reo no muestra señales de haberse rehabilitado.