Coddy Williams, habitante de una pequeña ciudad estadounidense de Cañon City se vio sorprendida al tener un cachorro de color verde entre los recién nacidos de su perra.
La sorpresa llegó cuando su mascota, una hembra gran danés parió a nueve perritos y uno de ellos, el octavo, presentaba una extraña coloración en su pelaje.
“Estaba oscuro, así que, finalmente, saqué la linterna de mi teléfono, ¡y ella era verde! Fue muy impactante cuando nació”, confesó Williams sobre el animal que nació perfectamente sano, al igual que sus hermanos.
La causa del extraño color es el pigmento verde llamado biliverdina, que puede encontrarse dentro de la placenta de los perros. Cuando esta sustancia se mezcla con el líquido amniótico, el fluido que rodea y protege al embrión, puede manchar el pelaje del recién nacido.
El nombre elegido para la perrita fue Verdant, y la mala noticia para sus dueños es que perderá la coloración verde con el correr del tiempo.