Un joven británico vivía con una dieta a base de papas fritas, pan lacteado y salchicas y perdió parte de su visión y audición.
La extraña historia ocurrió en la ciudad inglesa de Bristol y se dio a conocer a partir de una publicación de la prestigiosa revista Annals of Internal Medicine.
El chico de 19 años padece un trastorno alimenticio conocido como ARFID (trastorno de alimentación selectiva por sus siglas en inglés), que derivó en la falta severa de vitaminas.
Esta costumbre de esta alimentación selectiva produjo que el joven sufra una afección conocida como neuropatía óptica nutricional, común en los países con altas tasas de desnutrición.
Según relató la madre del joven, su hijo sólo comía papas fritas, salchichas, jamón procesado y pan blanco.
Esto también trajo otras consecuencias, como que el chico poco a poco fue alejándose de sus amigos y de la sociedad en general.
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