Hace algunas horas trascendió en los medios la noticia de que la red social adquirida recientemente por Elon Musk alcanzaría el colapso respecto de su mantenimiento luego de que el mismo lanzara una nueva política empresarial que los trabajadores de la red no acataron.
Resulta ser que Musk les envió un ultimátum a sus empleados en donde les solicitó que se comprometan a “trabajar duro” para construir Twitter 2.0 o que renuncien en caso de no estar de acuerdo. Ante ello, cientos de empleados anunciaron su renuncia pero antes de hacerlo se mostraron disconformes con el comunicado enviado por el nuevo dueño y se negaron a continuar con su labor.
Elon reaccionó de manera inmediata a la medida de los trabajadores cerrando algunos de sus edificios centrales. Esta medida, según indicaron fuentes cercanas al magnate, fue tomada para prevenir “un posible sabotaje contra la empresa”. Asimismo la entidad les envió un nuevo aviso a quienes trabajan en la misma advirtiendoles que las oficinas permanecerán cerradas hasta el próximo 21 de noviembre.
Los medios especializados en la materia estimaron que ante la radical medida de fuerza de los trabajadores, e incluso del propietario, existe la probabilidad de que la red social del pajarito “colapse” a raíz de la partida de ingenieros históricos y las consecuencias que producirá esto en cuanto al funcionamiento de la misma.