El próximo lunes comenzarán los duelos del cuadro principal de Roland Garros y el favorito es siempre el mismo: Rafael Nadal. Sin embargo, llega con muy buenas chances Novak Djokovic, que tiene como amenazas a Dominic Thiem y Stefano Tsitsipas.
¿Y Roger Federer? El suizo vuelve a París por primera vez desde 2015, cuando cayó en semifinales; no es su superficie preferida, pero siempre es candidato. Claro, ese concepto está sustentado en el título que consiguió en 2009 y las cuatro finales a las que llegó.
Justamente en la previa de la edición 2019 del segundo Grand Slam del año, Su Majestad dialogó con L’Equipe y confesó que la instancia decisiva de 2008 frente al zurdo mallorquín fue de las que más sufrió: “No pude hacer nada, no veía soluciones. Nadal es tan bueno en ambos lados, derecha e izquierda, tanto en defensa como en ataque. Lo tiene todo, todas las capacidades en tierra, por eso ha logrado lo que logró”.
Además, dejó a entrever que esa dura caída por 6-1, 6-3 y 6-0 lo desmoronó moralmente de cara al siguiente Major, Wimbledon, donde volvió a perder: la final fue 6-4, 6-4, 6-7 (5), 6-7 (8) y 9-7 para el Gladiador.
Sin embargo, el título conseguido en el polvo de ladrillo parisino en 2009, 6-1, 7-6(1), 6-4 sobre Robin Soderling en el último partido, significó “un desafío y un sueño”: “Empezaba a dudar de si podría ganar el trofeo algún día, sobre todo después de lo que había pasado en 2009. Pero seguí creyendo”.
Finalmente, Roger le puso una incógnita a su futuro: “No sé cuánto tiempo más voy a jugar. Tengo la impresión de que cuanto más lo piense, antes llegará”.
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