La desaparición del avión que trasladaba a Emiliano Sala conmovió al mundo y abrió una serie de interrogantes. Desde quién consiguió la aeronave, quién era el piloto y, ahora, hasta existe una polémica en torno a su pase.
Es que se filtró un polémico mail de Willie McKay. ¿Quién es? Es un escocés, empresario de fútbol, intermediario en las negociaciones para el traspaso del argentino de Nantes a Cardiff.
El diario francés L´Equipe publicó el correo que le mandó el representante a Sala el 6 de enero, cuando estaba por cerrarse la transferencia.
Así comienza el mensaje: “Emiliano, mi nombre es Willie McKay. No estamos interesados en sus pertenencias personales, finanzas, vacaciones, niñeras, no es nuestro problema. Permítanos presentarle la forma en que operamos y cómo llegamos a esta saga de Cardiff City. Trabajamos para clubes en Francia y para jugadores que quieren ser transferidos a Inglaterra. (…) En lo que a usted respecta, hemos hablado con todos los clubes, incluidos Manchester, Chelsea, Liverpool. Creemos que podrías terminar en esos clubes”.
Hasta allí, lo escrito no era extraño. Pero luego sí cambió el tono y demostró que en el mundo del fútbol, a los empresarios sólo les interesa lo monetario: “Nos acercamos a Nantes, como lo hacemos con muchos jugadores en otros clubes, para obtener el mandato de venta. No le estamos impidiendo trabajar con otro agente, pero la mayoría de los jugadores están muy satisfechos con nuestra mediación. No decimos ‘somos como un padre para nuestros jugadores ‘. No, si no hubieras sido futbolista, estas personas no estarían interesadas en ti. Al final sólo interesa el dinero. Lo que, por supuesto, todos queremos. Por eso nos gusta trabajar sólo con los clubes. No hay sentimiento, solo estamos haciendo negocios”
McKay cerró el correo revelando de qué forma se las ingenian para que los equipos se fijen en determinado futbolista: “Se ha dicho que Cardiff no te interesa. Pero ése es probablemente nuestro error, porque filtramos en los medios que otros clubes como West Ham y Everton te quieren sólo para estimular el interés en ti. Así es cómo trabajamos y eso puede ser mal interpretado por el jugador. Pero sin ese ‘zumbido’ nadie te conocería. Porque, honestamente, nadie sigue la competición francesa”.