El trap es el género urbano que está copando los escenarios y las distintas plataformas musicales via streaming. El Duki, Neo Pistéa y Paulo Londra son algunos de los exponentes locales de este sonido que, poco a poco, se está volviendo masivo y poniendo de moda. Y, como todo, esta tendencia también va acompañada de un particular look, que le da identidad a esta nueva tribu.
Quien está haciendo sus primeros trabajos artísticos es Gonzalo “Chyno” Agostini (19), hijo de la actriz Nazarena Vélez, y el referente de la música tropical Daniel Agostini, aunque su estilo es nada similar al de sus padres. El joven cantante se pinta las uñas de las manos de colores, se tiñe constantemente el pelo (aunque predomina el rubio, tal como lo llevan también sus otros colegas), se cuelga cadenas en el cuello y -como Cande ‘Lelé’ Tinelli-, se tatuó el cuello: como homenaje, se escribió con tinta y en letra cursiva el nombre de su mamá.
Pero el “Chyno”, ahora sumó un nuevo y llamativo accesorio a su apariencia: una “curita” en su nariz. Como quien se hubiese lastimado el tabique y quisiera proteger la herida, el muchacho se adhiere la vendita solo por pura fachada, algo similar a lo que hacía el rapero estadounidense Nelly, pero en su mejilla izquierda.
El particular look del varón mayor de Vélez, fue motivo de críticas en los medios de comunicación, sobre todo en redes sociales. Al respecto, el joven Agostini grabó un mensaje en su cuenta de Instagram, en el que aclaró que las opiniones no lo molestaron sino, más bien, la connotación de los comentarios. “Sos esto o sos lo otro, y esto lo hago porque a mi me gusta”, explicaba Gonzalo.
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