Sucedió pocos días atrás, cuando Hallowell se había dirigido a una playa de la localidad de Scottburgh, a fin de pescar cangrejos. Al momento del incidente, el hombre (que es buzo hace más de una década) fue sorprendido por una gran ola junto cuando había bajado su arma mientras trataba de sacar algunos plomos de las rocas. Con el objetivo de evitar el impacto, se quitó la lanza, pero el gatillo se disparó y la flecha fue directo a su rostro, pasándole por detrás de los globos oculares y saliendo por su temporal izquierdo. Pese a la gravedad del hecho, el pastor aseguró que solo sintió un “golpe”.
“Cuando intenté girar la cabeza, no pude y me di cuenta de que era una lanza. Me las arreglé para ponerme de pie, y solo pensé en permanecer consciente. Grité para que la gente me ayudará mientras me dirigía a la orilla”, relató el sobreviviente marino.
Fue rescatado por otros pescadores que lograron hacerle los primeros auxilios -inclusive lograron obtener una amoladora angular y un cable de extensión para cortar parte de la flecha-, hasta que lo llevaron en una ambulancia y luego lo trasladaron en avión al Hospital Netcare St Anne”s en Pietermaritzburg donde fue atendido de urgencia por un cirujano. La operación tardó 45 minutos y lograron quitar la lanza de su cabeza.

Por su parte, el Dr. Ciaran Eamon Lalor, aseguró que Hallowell “tuvo mucha suerte” porque solo hubo una fractura ósea menor, no habiendo presentado hinchazón ni moretones. Además informó que el buzo “podía ver y hablar sin ningún problema”.

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