Le llamamos impulso a la reacción natural que tiene nuestro perro ante un determinado estímulo. En la mayoría de las situaciones, los perros no pueden controlar sus impulsos, ya que la reacción es instintiva. Sin embargo, a través del trabajo, estos podemos enseñarle a nuestros perros a controlar estos impulsos y así lograr un mayor autocontrol en la convivencia diaria.
El principal objetivo de los ejercicios que vamos a aprender hoy es enseñarle a nuestro perro a resolverlos ejercicios pensando, logrando así que la cognición esté por encima de la emoción. Vamos a enseñarle al perro a ser un poco más cognitivo, a pensar antes de actuar y de este modo reducir las chances de que actúe impulsivamente.
Estos ejercicios nos van a servir para evitar que:
- salga corriendo cuando abrimos la puerta
- coma algo que se nos cae al piso
- se tire encima de la gente
- enloquezca cuando ve algo que le llama la atención
- coma cosas en la calle que pueden resultar peligrosas
Y lo más importante es que nos va a ayudar a reducir los niveles de ansiedad de nuestro amigo perruno. Todos los ejercicios que vamos a ver a continuación deben realizarse de forma progresiva. No podemos pasar al siguiente sin estar seguros de que nuestro perro aprendió bien el anterior.
Primer ejercicio: vamos a usar comida pero nada que le llame demasiado la atención.
Le vamos a dar la orden de sentado, vamos a poner la comida en nuestra palma, y se la vamos a mostrar. Si se acerca a buscarla, cerramos la mano. Probablemente se va a acercar varias veces. Cuando entienda que de la mano no se come, y se aleje y mire para otro lado, lo vamos a premiar y le vamos a dar de comer.
Es muy importante que el trabajo sea progresivo, empezamos con un estímulo bajo y la mano alejada del hocico, si vemos que le sale bien, empezamos a acercar la mano. Si vemos que sale bien, agregamos la orden COMÉ.
Segundo ejercicio: nuevamente empezamos a una distancia larga, para que sea simple al principio. Le vamos a dar la orden de sentado y vamos a apoyar un pedacito de comida en el piso.
Si nuestro perro se acerca a comerlo, lo vamos a levantar (es muy importante tener nuestras manos cerca para no caer en el error y reforzarle una mala conducta). Vamos a esperar hasta que nuestro perro entienda que no se come del piso, y cuando lo haga, lo vamos a premiar. A medida que vemos que lo entiende, vamos a ir acercando cada vez más la comida.
Tercer ejercicio: es muy similar al ejercicio anterior pero vamos a sumar una consigna nueva y vamos a elevar el nivel con un estímulo a uno más alto. Entonces, vamos a empezar a sumar la orden BUSCÁ para que coma del piso, y entienda que a veces puede agarrar de ahí y otras de mi mano, dependiendo de la orden.
De este modo, le vamos a enseñar a responder dos comandos distintos. Sumado a esto, vamos a empezar a acercar un poquito más la comida, y aumentar la cantidad de premios en el piso.
Cuarto ejercicio: vamos a ir un paso más allá, y además de aumentar los premios en cantidad, vamos a empezar a tirarla en altura. Entonces, como siempre, vamos a ir de menos a más, y las primeras veces vamos a tirarlo a una altura mediana o baja.
Si vemos que de todos modos nuestro perro tiende a agarrarla, vamos a implementar hacerlo con correa y la ayuda de otra persona para que tenga a nuestro perro durante el proceso las primeras veces.
Quinto ejercicio: a la altura, vamos a sumarle movimiento, entonces vamos a tirar la comida en alto y en una dirección. Es muy normal que esto llame mucho más la atención de nuestros perros, ya que con el movimiento se les activa el instinto de presa.
Nuevamente, podemos hacer este ejercicio con correa y una persona que nos ayude a controlar a nuestro perro hasta que entienda la consigna. Nuevamente vamos a ir intercalando la orden COMÉ y BUSCÁ, para que a veces coma de nuestra mano y otras del piso, dependiendo del comando que le demos.
Los periodos de ejercicios deben ser cortos, no más de 10/15 minutos, porque debemos terminar con la motivación de nuestro perro bien alta, y no practicar hasta el cansancio.
Vamos a practicar cada ejercicio en días separados para no agotar ni frustrar a nuestros perros, y siempre, antes de pasar a un ejercicios nuevo, vamos a practicar un poco lo último aprendido, para refrescar la memoria de nuestro perro y no confundirlo.
Lule Domínguez es licenciada en Relaciones Públicas e Institucionales. Su pasión por los animales la llevó a prepararse como educadora canina y especialista en conducta animal. Junto a su mamá es fundadora de la agrupación de rescate “Patitas en Casa”.
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