En una nueva entrega de ‘+Caras’, Héctor Maugeri recibió al actor Jorge Martínez, una figura emblemática de la televisión que brilló durante décadas como galán principal en innumerables telenovelas. Lejos del brillo y la fama, el artista se adentró en una conversación profunda para hablar de su propia experiencia con la depresión y la salud mental, un tema que, si bien siempre fue tabú, en los últimos años ha cobrado una relevancia crucial en el debate público y mediático.
El diálogo se centró en la importancia de desestigmatizar los problemas psicológicos, algo que Martínez vivió en carne propia. El actor relató el peor momento de su vida, que lo llevó a un intento de suicidio. El hecho ocurrió en las instalaciones de la Casa del Teatro, donde el actor se alojaba. Específicamente, el personal de seguridad del lugar logró evitar que se arrojara al vacío desde el noveno piso del edificio, en una situación que requirió intervención policial y médica inmediata.
El testimonio de Jorge se enmarca en un contexto de creciente visibilidad de la salud mental en los medios, donde figuras públicas eligen compartir sus batallas para ayudar a otros. “Es un lindo mensaje el poder contar con profesionales, con mi mujer, con Graciela, con mis hijos, una serie de factores que hicieron que yo no pensara en esa cosas. Gracias a muchos profesionales hoy tengo ganas de vivir”, expresó.
El actor admitió que la depresión es un monstruo que te encierra y no te deja ver la luz, y por eso es fundamental pedir ayuda, no importa quién seas ni cuánto éxito hayas tenido. “Estaba muy deprimido, estaba decepcionado con al vida, y un domingo estaba deprimido y dije ‘se termina acá’ por suerte no se terminó, me di cuenta de la macana que estaba haciendo, me animé a pedir ayuda pero no era el tiempo, estaba muy mal yo, muy caído”, recordó.
Su valentía para hablar del episodio de profunda desesperación y posterior internación, donde permaneció varios días para estabilizar su cuadro de salud mental, refuerza el mensaje de que el bienestar emocional es una prioridad que debe ser atendida sin vergüenza ni miedo.