El poderoso Pablo Escobar advirtió al gobierno que hará respetar su organización con asesinatos y terrorismo para evitar que aprueben la ley de extradición a Estados Unidos. El procurador general estaba amenazado y finalmente el magnate narcotraficante mandó a asesinarlo.
Por otra parte, el senador Santorini, aliado de Pablo, apoya la ley ante el Congreso.