La libertad de Pablo Escobar pende de un hilo; las autoridades están tras su rastro y casi le pisan los talones. El coronel Pedregal avisa a Pablo que se va a presentar con varios hombres de la policía, dándole tiempo para que se marche del lugar en que se encuentra. Pablo y su familia se trasladan a vivir al edificio Mónaco en Medellín.
Patico tiene miedo de que puedan extraditar a Pablo, pero como siempre su marido le niega que esté metido en líos.
Escobar se reúne con Gildardo, el narcotraficante más importante del cartel de Cali, quien le informa de algunos problemas que tuvo con Correa. Pablo retiene a Correa para quitarle el dinero y bienes que posee, mientras que intentan localizar al otro instigador de Gildardo. “Kiko” y “Caín” están con Correa en una bodega y lo matan accidentalmente por jugar con las armas.
Mirá el capítulo 30 de el Pátrón del Mal: