El ministro de economía, Domingo Cavallo, se entrevistó con Jorge Fontevecchia a pocos días de haberse cumplido 20 años de aquel anuncio histórico del ‘corralito’. Consideró que el problema no estuvo en la medida concreta, sino en la pesificación. Según él, con sus funciones, la situación económica quedó “ordenada” y que lo que siguió, aun hasta hoy, fue una suma de factores que hoy se cristalizan en el control de precios y el cepo. No obstante, existe la probabilidad de llegar a 2023 con inflación del 60 por ciento sin hacer lo que considera que son reformas estructurales indispensables.
Otro de los temas centrales fue la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), evocando el préstamo que se solicitó en el 2000: Cavallo subrayó que el monto fue de 14 mil millones de dólares -no de 40 mil millones como dijo Roberto Cachanosky-, y del cual afirmó haber “cumplido con las metas” excepto en un trimestre. Respecto del último, por parte del ex mandatario Mauricio Macri y “heredado” por Alberto Fernández, el político comentó: “El Fondo sabe que este gobierno no puede hacer ninguna modificación estructural y en su discurso queda claro. Parten de una economía totalmente desorganizada y cada vez la desorganizan más: control de precios, de cambio, y supercepo. Se sabe que este tipo de gobierno no puede hacer las reformas que permitirían estabilidad, crecimiento y el aumento del empleo productivo. Es tarea de un próximo gobierno. El Fondo apoyará que no haya caos. Todo dependerá de lo que haga y plantee el Gobierno”.
El economista se opuso al planteo de determinados sectores de que la Argentina debe llegar al “crash” para “salir” de la crisis. “Hacer lo de enero de 2002 significaría llevar el dólar oficial a 400. Empobrecerían a la mayoría de la población. ¿Los grupos sociales y los sindicatos se quedarían quietos? No. El resultado sería un ‘rodrigazo’, como en el 75. Subiría el dólar a 400 y tendrían que dar aumento de salario del 100 o 150 por ciento. Habría tarifazos incluso mayores, por el riesgo de que el déficit fiscal se les vaya a las nubes. Provocaría un caos“, aseguró.
Muy convencido, Cavallo sostuvo que los dólares que poseen los argentinos pueden ingresar en el circuito “si se inspira confianza”. “En el 91, el Banco Central tenía solamente 4 mil millones de dólares y la base monetaria había llegado a 40 mil millones de australes. Dijimos: a 10 mil australes por dólar podemos respaldar toda la base monetaria. A los pocos meses, teníamos 20 mil millones de dólares. Llegamos a tener 40 mil millones. ¿De dónde salieron? ¿Entraron capitales de préstamos financieros? No. Hasta el año 93, que completamos el Plan Brady, seguíamos en default, pero los argentinos confiaron. Eso permitió que en el año 91, junto con la estabilidad, tuviéramos un 10 por ciento de crecimiento de la economía que siguió creciendo hasta el 94″, dijo.
El creador de la ‘Acción por la República’ en 1997, Cavallo comentó haberse “inspirado en el Partido Liberal alemán”. Con este background, analizó el actual escenario político y opinó que Javier Milei “podría llegar a jugar ese papel”. “Si ataca a toda la clase política y no piensa en una alianza con Juntos por el Cambio, perderá capacidad política”, reconsideró. Y continuó: “Confío en que se orientará en esa dirección. Veremos su discurso como legislador, ya como miembro del Congreso”. El entrevistado no pudo evitar la comparación: “Alsogaray no despotricaba contra toda la clase política. Trataba de abrir un surco. Nunca llegó al gobierno, pero influyó obviamente sobre Carlos Menem y sus políticas”.