La líder política se subió al ring de la interna para disputar la elección presidencial del año próximo. En recientes declaraciones, Bullrich opinó que estamos en “una situación institucional de franca fragilidad” y volvió a esgrimir el slogan del “cambio” al que asoció con una política de shock.
“Para que haya cambio en la Argentina tiene que haber alguien que se anime” afirmó la presidenta del PRO haciendo referencia a sí misma. La dirigente está “convencida de que puedo ganar la voluntad popular” porque “la gente me ve como fortaleza para gobernar el país”. Al ser consultada sobre si su candidatura a presidenta podría dar marcha atrás como ocurrió cuando se iba a presentar como diputada y el cargo recayó en María Eugenia Vidal, Bullrich remarcó que eso “no puede pasar”. “Una cosa es luchar por una candidatura a diputada, que es un hecho de carácter casi individual y otra es dirigir los destinos de un país que necesita una salida. Lo otro era un hecho individual, esto es un hecho colectivo” aseveró.
De concretarse su candidatura, la dirigente debería ir a una interna con otros candidatos de la alianza. Frente a esta situación, la doctora en Ciencias Políticas se mostró muy confiada. “Yo no tengo rivales en el PRO. Tengo la decisión de ganar la voluntad popular, así que no tengo rivales”.
Por último y al momento de explicar qué haría si fuera presidenta, la candidata propuso, al igual que en 2015, “un cambio” que, de acuerdo a su propuesta, consiste en una política de ajuste porque “el shock es lo único que va a generar que la Argentina pueda tener una salida más rápida”. “Un gradualismo es una muerte lenta” concluyó la dirigente.