Argentina quedó afuera del Mundial
La Selección perdió por 4 a 3 ante Francia y está eliminada de Rusia 2018.
La Selección Argentina quedó afuera del Mundial. Perdió por 4 a 3 ante Francia, un equipo que fue superior por velocidad, ocupación de espacios y eficacia frente al arco. Kylian Mbappé fue la gran figura del encuentro, mientras que a Lionel Messi lo perjudicó la posición y, luego, no mostró rebeldía para dar vuelta su incomodidad en la cancha.
En la previa, era una final anticipada. Argentina entró a los octavos de final por la ventana, mientras que los galos pasaron cómodos en su grupo. Dos rivales que, en los papeles mostraban cierta paridad, se vieron distantes en el desarrollo y parejos en el resultado. El 4 a 3 de los de Didier Deschamps se dio por la velocidad de los puntas, los lanzamientos desde el fondo y los errores de la defensa albiceleste. Quedó en evidencia, aunque suene repetitivo, la lentitud de la zaga del equipo de Jorge Sampaoli.
El casildense planeó tapar las bandas del rival, pero no contó con la rapidez de los puntas galos, principalmente, de Kylian Mbappé. Destrozó a los defensores argentinos. Así, Marcos Rojo le cometió un penal y provocó dos faltas preligrosísimas. La pena máxima fue cambiada por gol, desde los pies de Antoine Griezmann, cuando iban apenas 10 minutos. El conjunto albiceleste nunca encontró respuestas, con un Lionel Messi encerrado entre los centrales franceses y sin lastimar con los extremos. No había pateado al arco hasta que, a la salida de un saque de banda, Ángel Di María la tomó a metro de la medialuna, miró al arco, midió el tiro y la puso junto al palo izquierdo de la portería de Hugo Lloris: inesperado, pero 1 a 1.
En el complemento, Argentina salió con todo, a llevarse por delante a quien estaba enfrente. Así, luego de un tiro de esquina, el capitán agarró la pelota dentro del área, giró para entrarle de zurda y, en el recorrido del balón y el arco, apareció Gabriel Mercado para desviarla y dar vuelta el encuentro. El 2 a 1 parecía injusto, pero acomodaba al equipo. La ventaja duró apenas ocho minutos, ya que a los 56, Benjamin Pavard hizo un golazo impresionante: le dio con la cara externa del pie derecho, de volea, cruzado. Franco Armani no tuvo nada que hacer y las cosas estaban 2 a 2. Ahí, la Selección se cayó moral y futbolísticamente. Así, llegó la eficacia francesa, de la mano de su gran figura, de la gran estrella del encuentro: Mbappé. El crack de 19 años capturó una pelota muerta en el área y dio vuelta el partido: 3 a 2; a los 69 minutos, el mismo 10 recibió solo, sin marca entrando por la derecha y en diagonal para definir al palo más lejano y matar anímicamente al conjunto de Sampaoli. A pesar de los cambios del entrenador, no hubo respuestas, no apareció la calidad ni el carácter de Messi, quien apenas pudo tirar un centro a falta de dos minutos para el final: gol de Sergio Agüero, de cabeza.
Se acabó. Se acabó el sueño. Se acabó una etapa que contó con futbolistas estupendos, incluyendo al mejor del mundo.