Cuando comenzó el año, los principales equipos europeos tenían en mente junio por dos motivos: la idea de llegar a las instancias finales de la Champions League y la posibilidad de comenzar un mercado de pases fructífero de cara a la siguiente temporada. Pero varios sueños se han roto por la crisis generada por el coronavirus, que hundió económicamente a los clubes.
Según L’Equipe, la FIFA flexibilizó las normas del fair play financiero y además habrá algunos cambios en los contratos de los futbolistas, sobre todo en aquellos que se vencían a mitad de este 2020.
Lionel Messi y Neymar no cumplirán su deseo de jugar juntos en Barcelona, al menos en el corto plazo. El brasileño quiere volver al culé desde hace tiempo, pero deberá esperar aún más. Este año se cumplirán cuatro desde su llegada a París y terminaría la protección de la UEFA, con lo que estaría en condiciones de exigir su salida, incluyendo una indemnización que sale de la cuenta entre lo que le queda de contrato (24 meses) y el costo de su pase (222 millones de euros). Es decir, alrededor de 180 millones de euros que difícilmente Barca pague por un futbolista que para entonces tendrá 29 veranos.
Otro damnificado es Kylian Mbappé, quien quería salir del conjunto parisino para sumarse a Real Madrid. Los dueños del multicampeón francés no quieren negociarlo, pero tampoco pueden ir en contra de la voluntad del delantero comprado en 2017 a cambio de 180 millones de euros. Florentino Pérez, presidente del Merengue, tiene buena relación con Nasser Al Khelaifi, el del PSG, y no lo pondría contra las cuerdas para quedarse con el talentoso futbolista. Por otra parte, el campeón del mundo en 2018 podría negociar su salida pronto: debería cumplir un año más de su contrato para que, al quedarle sólo dos, su club ya perdería la protección de la UEFA y él podría liberarse de ser retenido.