El 22 de marzo, Lionel Messi volvió a vestir la camiseta de la Selección Argentina -su último había sido el 30 de junio, al quedar eliminado de Rusia 2018-.
Pero su regreso no fue el esperado. Estuvo apagado, si se lo compara con su habitual nivel, además de no encontrar socios dentro del campo de juego. Varios medios e hinchas lo castigaron, como sucedió en los últimos años del 10 con la albiceleste. Pero rompió el silencio.
El astro dialogó con El que abandona no tiene premio, por FM94.7 y dejó frases muy picantes, dentro de su tranquilidad a la hora de declarar. “Pensé que era un buen momento para hablar, empezar de cero otra vez. La verdad es que no escuché nada, pero sé que se está hablando mucho, como se hizo costumbre últimamente eso de inventar cosas. No me sorprende nada. Hay muchas mentiras y cosas inventadas; me da bronca que la gente crea en lo que se dice”, comenzó.
Algunas de las críticas que recibió fue por haber abandonado la concentración antes del duelo ante Marruecos, para luego asistir al bautismo de un hijo de Cesc Fábregas y estar disponible para jugar este fin de semana para su club: “Es una realidad, la arrastro desde antes del parón de diciembre, vengo entrenando poco, no juego todos los partidos… No se saca de un día para el otro, tengo que cuidarme”.
La eliminación de la Selección a manos de Francia en el último Mundial fue una caída fuerte para los argentinos, pero en especial para Messi, que quería saldar su asignatura pendiente: obtener un título con la albiceleste. “Fue de los peores golpes que me tocó vivir. Se dio todo mal desde el primer partido. Pensé en encerrarme, hacer el duelo con mi familia y olvidarme de lo que había pasado. Quiero ganar algo. Voy a jugar todas las cosas importantes. Ser campeón del mundo no se paga con nada”, dijo el 10 para dar inicio a su relato.
Pero enseguida dejó una frase que le hace ruido a él y que quedó resonando: “Mucha gente me decía que no volviera, familia, amigos… Mi hijo de seis años me preguntó ‘papi, ¿por qué te matan en Argentina?’“.
Y siguió haciendo hincapié en ese mito sobre el club de amigos y las determinaciones tomadas de la última camada: “La generación fue maltratada. No somos de vender humo. Somos profesionales y queremos a la Selección. Nunca voy a decidir por un técnico o un compañero. No quiero convertir en realidad todas las mentiras que dicen. Se hace difícil disfrutar con ese entorno. Juego para mí, mi familia, mis compañeros y el que disfruta lo que hago. El que no me quiere me va a tener que seguir aguantando un poquito más“.
Para cerrar el tema del equipo nacional, el rosarino se mostró optimista con el cambio generacional, admitió que es él quien debe adaptarse a los más jóvenes y dijo que se necesitará tiempo de trabajo: “Hay que bancar a los chicos. Se tienen que soltar. Lo importante es que no quieren jugar conmigo, sino con la Selección. Por eso están ahí”.
Finalmente, Lionel eligió a los mejores de la actualidad y elogió a Ronaldo: “Mbappé, Neymar, Hazard, Suárez y el Kun. Era lindo tener a Cristiano en la Liga, le daba mucho prestigio”.
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