Se cumplen 40 años de Argentina campeón del mundo
Hace cuatro décadas, una Selección armada por César Luis Menotti, con la seguridad de Ubaldo FIllol, comandada por Daniel Passarella y liderada por el talento de Mario Kempes, logró el primer título del mundo para el país.
El 25 de junio de 1978 está grabado a fuego en la historia del deporte nacional. La Selección venció a Holanda por 3 a 1 en la final del Mundial disputado en suelo argentino y gritó campeón por primera vez.
En un contexto socio-político complicado por los lamentables hechos de público conocimiento, la Selección Argentina debutó el 2 de junio, ante Hungría. Fue victoria por 2 a 1, con goles de Leopoldo Jacinto Luque y Daniel Bertoni. Cuatro días más tarde, venció por idéntico resultado a Francia, con gritos de Daniel Alberto Passarella y Luque; para los galos anotó un tal Michel Platini. El 10 de junio cayó por 1 a 0 ante Italia y, al quedar segunda en su zona, abandonó el Monumental y tuvo que jugar la siguiente fase en Rosario.
Compartió la segunda fase con Polonia, a quien superó por 2 a 0, con tantos de Mario Kempes; con Brasil -empataron 0 a 0-; y con Perú, a quien debía golear y así fue: 6 a 0, con un doblete del Matador, otro de Luque, y tantos de Alberto Tarantini y René Houseman. Ese partido se vio envuelto de suspicacias y sospechas por sobornos, amenazas y hasta la incidencia del Plan Cóndor. Lo cierto es que Argentina llegó a la final.
El Estadio Monumental Antonio Vespucio Liberti tuvo a 71.500 espectadores pendientes de lo que pasaba en el rectángulo de juego. La Selección de César Luis Menotti debía vencer a la Holanda de Ernst Happel. Ese 25 de junio, Mario Kempes puso el 1 a 0, a los 38 minutos. Los subcampeones en 1974 empezaron a apretar arriba, acorralaron a la Argentina y la figura de Ubaldo Fillol creció para ser determinante con salvadas espectaculares. Sobre el final, Dick Nanninga empató el partido. En el complemento todo siguió igualado, pero los corazones de la nación se paralizaron cuando, a falta de un minuto para que finalizara el partido, Rob Rensenbrink puso un tiro en el palo. Fueron al alargue y allí el conjunto del Flaco sacó la diferencia Kempes volvió a marcar y, en el minuto 115 lo hizo Bertoni: ¡3 a 1 y Argentina campeón del mundo por primera vez!
Muchas historias envuelven a ese torneo. ¿La más linda? Terminado el encuentro, el Conejo y el Pato se fundieron en un abrazo dentro del área, arrodillados. De repente, apareció un hincha y se sumó. Se trataba de Víctor Dell”Aquila quien conformó “El abrazo del alma”, ya que no tenía brazos. La foto de Ricardo Alfieri recorrió el mundo y es un símbolo argentino de aquel torneo.