Adabel Guerrero habló sobre la bulimia: “Comía galletitas de salvado con lechuga”
La bailarina confesó los desórdenes alimenticios que sufrió por las fuertes exigencias del mundo artístico y buscó visibilizar una problemática.
El mundo del espectáculo crea grandes exigencias sobre los cuerpos, sobre todo para las mujeres, implantando la necesidad de encajar en estereotipos que muchas veces escapan a las posibilidades reales. Sobre este tema habló Adabel Guerrero y confesó cómo se enfermó de bulimia por el imperativo de satisfacer estándares.
Mediante sus redes sociales, la bailarina contó parte de su historia de vida: “A los 8 años ingresé en el mundo del ballet, me encantaba la magia del escenario, cómo la música me transportaba en el aire y la contención afectiva en la escuela” y continuó: “Todo iba maravilloso hasta que a los 13 comencé a desarrollar las curvas de mi cuerpo, que era contrario al ideal de cuerpo que tenía que tener una bailarina clásica, y ahí tuve mi primera crisis”.
Así, como una forma de advertir a nuevas generaciones, Guerrero habló de sus desórdenes alimenticios: “Mi carrera se veía limitada por la forma natural de mi cuerpo. La exigencia fue tan fuerte que caí en la bulimia, sólo comía galletitas de salvado con lechuga para luego ir a vomitarlas” y sumó un nuevo obstáculo para su vida: “Lo que nadie sabía, es que a mis 17 años murió mi mamá, lo que me llevó a una segunda gran crisis personal y profesional..”.
Para hablar de cómo las posibilidades llegan a pesar de los impedimientos que se puedan presentar, Adabel habló de cómo su carrera empezó a despegar: “Estuve sin bailar más de un año en el que trabajaba como mesera para pagar las deudas que había dejado mi familia. Llegué a pensar que mi sueño nunca se iba a cumplir pero en 2003 quedé por primera vez en un casting: el de Pepe Cibrián. Viajaba todas las madrugadas en tren durante 4 años haciendo eso para poder trabajar ahí. Esto me permitió recuperar mi pasión por el baile, aprender también canto y teatro”.